Tenemos multitud de sitios para leer, y cada uno de nosotros tendrá nuestro rinconcito especial.
Leer en el transporte público, en la calle, en la playa o en la piscina, en los espacios domésticos, en la cama, y en el parque, entre otros, son escenarios donde aparcamos algunos lectores, a deleitarnos.
Me sorprende mucho, aquellos –los menos- que me encuentro en la calle leyendo, mientras caminan tranquilamente, ya que a mi me resulta una tarea difícil.
Sin embargo, encuentro en la cama, uno de los lugares donde más me gusta disfrutar de esos minutos de lecturas, de esos viajes de ida y vuelta, de vivir y sentir esas aventuras y desventuras. Aunque también, en el sofá –con la televisión apagada, eh-, acompañado de una tacita de té o café, es también uno de esos momentos mágico, muy mágico.
Seguro que tu también tienes ese sitio donde te rindes a la lectura y te dejas llevar.
¿Dónde lees?
Leer en el transporte público, en la calle, en la playa o en la piscina, en los espacios domésticos, en la cama, y en el parque, entre otros, son escenarios donde aparcamos algunos lectores, a deleitarnos.
Me sorprende mucho, aquellos –los menos- que me encuentro en la calle leyendo, mientras caminan tranquilamente, ya que a mi me resulta una tarea difícil.
Sin embargo, encuentro en la cama, uno de los lugares donde más me gusta disfrutar de esos minutos de lecturas, de esos viajes de ida y vuelta, de vivir y sentir esas aventuras y desventuras. Aunque también, en el sofá –con la televisión apagada, eh-, acompañado de una tacita de té o café, es también uno de esos momentos mágico, muy mágico.
Seguro que tu también tienes ese sitio donde te rindes a la lectura y te dejas llevar.
¿Dónde lees?
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