12 de septiembre de 1939
Miguel Hernández escribe desde la cárcel a su mujer:
"El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando estas coplillas que le he hecho, ya que para mí no hay otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme"
Eran las Nana de la cebolla.
Fuente; Agenda literaria 2015. Alba editorial.
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